Que dicen por ahí que un clavo saca otro clavo. Yo, no sé si realmente es cierto, sólo sé que me he pasado la vida agarrándome a clavos ardiendo. Por eso, con conocimiento de causa, digo que antes de volver a hacerlo, prefiero simplemente pasar los días de mi vida de broca en broca. Porque si, por algún extraño motivo, viniese otro de esos martillos con patas para golpear el puto clavo a mí no va a encontrarme. Yo ya me sé de bueno , como acaba la faena. Te la clavan. Y joder si duele que te la saquen. Antes de volver a sentir como nos meten la punta doblada pensemos simplemente en probar todo tipo de clavos y dejémonos de tanta parsimonia. Que al paso que vamos, ni taladramos, ni dejamos taladrar.
Inmensa verdad.
Seguramente la mayoría de personas que me conocen tienen aunque sea un bonito recuerdo conmigo. Sólo la mitad de esas personas lo recordaran y seguro que menos de esa mitad no lo olvidara nunca.
Muchos no vivimos nuestros sueños porque estamos viviendo nuestros miedos
En un mundo superior puede ser de otra manera, pero aquí abajo, vivir es cambiar y ser perfecto es haber cambiado muchas veces.
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